Nerviosismo, incertidumbre y miedo. Es lo que cada uno de nosotros sentimos al ver cada día en las noticias una nueva oleada de contagios por el Virus Covid-19. Evidentemente, lo más preocupante es la salud de todos nosotros pero… ¿y los regentes de empresas? ¿Cómo deben mover sus fichas para que esta inevitable pandemia no termine con su negocio? En este post, trataré de daros una serie de consejos para intentar dar remedio a una posible situación de cierre de establecimientos como, por ejemplo, contratando un servicio de domicialición que te permita conocer qué correspondencia y llamadas recibes mientras tu oficina debe permanecer cerrada.

Coronavirus. Actualmente, el término más consultado en todos y cada uno de los buscadores disponibles. Tanto si eres de los que piensan que todo esto se está exagerando estratosféricamente, como si crees a pies juntillas que se aproxima una inevitable y temible pandemia mundial. O si eres de los míos, que te encuentras en mitad del dilema, sin terminar de alarmarte por completo pero comenzando a sentir cierta alerta cada vez que te cruzas por la calle con un viandante portando una mascarilla. Lo que es terriblemente cierto es que este fenómeno está afectando, y mucho, a la economía mundial.

Comenzando por el negocio hostelero. Cientos de miles de restaurantes vacíos (principalmente en el continente asiático). En consecuencia del pánico sembrado, el turismo se resiente. Vuelos denegados, cruceros estancados, viajes cancelados, habitaciones de hoteles vacías y habitaciones de hospitales llenas. Miedo a acudir a lugares que reúnan a una gran cantidad de personas, miedo a ir a cines, teatros y conciertos. Importantes ferias y relevantes congresos cancelados. Cuando comenté en casa que este año me gustaría acudir a la manifestación del día de la mujer, lo único que me pidió mi madre es, que por favor, llevase puesta una mascarilla.

Mantén la calma. Nada de lo que suceda está en tu mano.

Como cada mañana, me levanto y me preparo un café cargado que saboreo mientras oigo de fondo la voz del noticiero. No hay día que la primera noticia que escucho lleva incrustado en el titular el término “coronavirus” (a parte de una nueva mujer asesinada por violencia machista, fenómeno que, tengamos muy presente, mata muchísimo más que cualquier virulencia de moda). Siempre es importante mantener la calma ante estas situaciones que siembran de incertidumbre nuestros pensamientos, pero es casi inevitable no tener gran respeto a esta pandemia. Porque por mucho que tratemos de pensar que es un simple virus, cuando todos y cada uno de los días te despiertas leyendo una nueva noticia de infección, escuchas conversaciones acerca del tema en cada grupo de personas que te encuentras por la calle, y te sientas al lado de decenas de personas en el metro portando guantes y mascarillas, pues sinceramente, te entra un poquito de respeto.

Pero, ¿cómo está afectando el coronavirus al sector de los negocios?

El otro día, leyendo The New York Times, me encontré con la siguiente noticia: la famosa multinacional petrolera Chevron manifestó a sus 300 empleados de su sede londinense la orden de trabajar desde sus hogares tras descubrir que uno de sus trabajadores presentaba varios síntomas de estar contrayendo una gripe (dicha persona acababa de regresar de un viaje a Italia). Pues nada, a la lista de restaurantes, hoteles y aviones vacíos, sumémosle oficinas vacías. No sé si realmente somos conscientes del impacto tan enorme que este fenómeno está causando en las empresas. Si esto continúa así, y no me cabe duda de que lo hará, ¿qué ocurrirá con las plantillas de trabajadores? ¿Tendremos que trabajar todos escondidos en nuestras casas mientras las puertas de las oficinas se cierran hasta nuevo aviso? ¿Y qué pasa si tu trabajo no es compatible a esto? ¿Y si todo tu material esencial para desempeñar tu trabajo debe permanecer en la oficina? ¿Y qué pasa con las llamadas, con el correo postal, con el envío de paquetería? Realmente, espero que la cosa no vaya a más porque esta situación me resulta extremadamente agobiante.

Inspira está contigo. Te podemos ayudar.

Nosotros, desde Inspira Workspaces, somos muy conscientes de la alerta de esta situación. Por ello, tratamos de ayudarte en todo lo que esté en nuestro mano, porque sabemos que para los apasionados de su trabajo, el no poder acudir a su oficina y gestionar todo en primera persona, puede resultar tremendamente frustrante. Gracias a nuestro servicio de domiciliación, nosotros nos ocuparemos de atender absolutamente todas tus llamadas, como si de tu secretariado personal se tratara. Estudiando el tipo de negocio que manejas, aprendiendo los servicios que ofreces y siempre siguiendo tus concretas especificaciones, atenderemos a tus clientes y visitantes bajo la máxima diligencia y atención personalizada. Te pasaremos las llamadas que nos indiques, te escribiremos cada vez que alguien nos realice una consulta. Recogeremos tu correo postal, haciéndote saber en cada momento de qué documentación se trata, enviándote escaneos del mismo si así lo pudieses desear. Guardaremos la paquetería que llegue a tu atención, custodiándola en tu buzón privado y bajo llave. En fin, que bajo la conciencia y el entendimiento de la dura situación que puedes estar viviendo, trataremos de ayudarte en todo lo que podamos y hacerte sentir tranquilo al instaurar en ti la sensación de calma, teniendo la certeza de que un equipo de profesionales está completamente comprometido e involucrado en que tu negocio jamás decaiga.