¿Sabíais que la decoración de un espacio afecta a nuestro estado de ánimo?

En este post explicaremos cómo influyen los colores de la gama cromática en nosotros, estimulando ciertas emociones y alterando o relajando nuestro estado anímico. Posteriormente, llevaremos este concepto a meditar sobre estrategias en la decoración de tu oficina, dependiendo de qué es lo que quieres transmitir a través de los colores que decidas escoger.

Yo bien es cierto que sé que me siento más a gusto o menos a gusto en según qué lugares, pero porque me basaba en la certeza de que esto depende exclusivamente de los gustos personales de cada uno. Pues no. Resulta que además de nuestros gustos y de la cultura en la que vivimos, la decoración (y todo lo que lleva asociado, como son los colores, el mobiliario, la disposición de los elementos, etc.) provoca unas interconexiones neuronales en nuestro cerebro que nos hacen experimentar diferentes sentimientos y sensaciones sin que nosotros podamos hacer nada por evitarlo (realmente a veces me fascina nuestro coco… lo domina todo y nosotros ni nos enteramos).

Sentir la naturaleza dentro de la oficina.

Un día, recuerdo que decidimos trasplantar todas nuestras plantas y flores a unas nuevas macetas. Para no molestar a nadie, guardamos las plantas dentro de nuestro almacén para después darles su nueva casita. En ese momento, acudió a la recepción uno de nuestros clientes más fieles. Nos encontrábamos cada día, ya que su empresa tiene contratado un despacho fijo con nosotros. Sin embargo, hacía tiempo que no nos veíamos, ya que recientemente se habían mudado de nuestro despacho de la segunda planta a otro de nuestros despachos ubicados en la séptima planta del edificio del número 30 del Paseo de las Delicias. Bueno, pues a lo que iba. Comenzamos a charlar en la recepción de la segunda planta acerca de qué tal se encontraba en su nuevo despacho, si estaba a gusto, si echaba de menos el ajetreo diario que vivíamos en la segunda planta con tantas reuniones, etc. Cuando ya se iba, se paró en el rellano y nos miró con expresión confusa. Y nos dijo… «¿Habéis hecho algo nueva en la recepción? La noto como mucho más fría…» Nosotras nos miramos pensando… No que nosotras sepamos. Pero entonces nos dimos cuenta… Faltaban todas las plantas. Y ahí es donde descubrimos el poder del tono verde en nuestra percepción y sensaciones. Sin ninguna intención, los diferentes tonos verceos de nuestras plantas y flores transmitían muchísima paz y acercaban a nuestras visitas al medio natural, haciéndoles sentir puros y libres. Un pequeño toque, tan pequeño que no esperas que cause ningún impacto, y que sin embargo, ejerce un poder enorme en la creación de un ambiente acogedor y potenciador de nuestra vena más creativa y productiva.

Otro día, ojeando una revista de decoración que me llegó el otro día a casa (tengo que ponerme a organizar y redecorar mi nueva casita de alquiler para que deje de parecer de principios del Siglo XX…), estaba buscando inspiración para crear un ambiente acogedor y que transmitiese relajación y calma en mi salón. Me topé con un artículo que explicaba que estas sensaciones están estrechamente vinculadas con la gama cromática que escojas para la pintura de las paredes y el mobiliario que elijas.

De hecho, os voy a dejar además un vídeo, creado por el psicólogo Raphael García, que explica muy bien quétipo de emociones estimula cada uno de los colores:

¿Y cuál es el color idóneo para decorar un centro de negocios, con todas sus oficinas y salas de reuniones?

La idea me pareció súper difícil pero a la vez algo en lo que meditar.

En mi opinión, una oficina debe incitar a la concentración, fomentando la calma pero a la vez ese impulso nervioso que bombea y mueve los negocios. ¿Cómo conseguimos llevar a cabo esta contrariedad? Difícil. Por otro lado, creo que es de suma importancia que la decoración de nuestros centros sea acorde a los colores de nuestro logotipo ¿no? No vamos a diseñar nuestro logo con tonos pastel y fina caligrafía y después pintar las paredes de nuestra oficina de color azul y amarillo. No tendría ningún sentido y se perdería completamente la conexión con el mensaje que deseamos transmitir.

Sentada en la recepción, me dediqué a observar todas las características estéticas de nuestro workspace intentando analizar lo que transmitían en mi interior. Inspira Workspaces gira entorno a cuatro colores principales: rojo, gris, blanco y negro.

¿Qué sensaciones trata de estimular cada uno de estos tonos en nuestros cerebros? Os lo cuento:
  • Rojo: tono oficial de la pasión, del poder, de los impulsos, de la acción-reacción, de la intensidad más potente. ¿Qué busca este color? La estimulación y el aporte de fuerza y energía en nuestros clientes, que les lleve a cerrar enormes negocios con el máximo éxito. Bien es cierto que tampoco debemos abusar de colores tan llamativos como este, debido a que pueden resultar agobiantes y conseguir el resultado contrario al que buscamos. En nuestro centro, por ejemplo, aplicamos este color a las sillas, butacas y puertas de cada una de nuestras salas y despachos. Digamos que son como pequeños toques de color que aportan vitalidad y energía al ambiente.
  • Gris y Blanco: son los colores neutros por excelencia. Transmiten pureza, delicadeza, sensibilidad, buscando hacernos sentir tranquilos y relajados, aspectos importantísimos para hacernos mantener la sensatez en nuestra parte más racional (no viene nada mal una mente fría cuando se están tratando temas trascendentales para tu empresa, ¿no crees?). En Inspira Atocha, las paredes de las salas se tiñen de un gris clarito que además consigue transmitir la percepción de amplitud en la sala, evitando la sensación de agobio y encierro. Cada una de nuestras mesas de reunión son de un blanco puro, que transmite orden y serenidad, aspectos esenciales para mantener la calma en nuestro interior, consiguiendo estimular nuestra concentración y preparando a nuestro cerebro para funcionar de una manera limpia y eficaz.
  • Negro: elegancia, ni más ni menos. No hablo de pintar las paredes de las salas de negro y que parezca que entramos en una mansión gótica con ornamentadas pinturas de retratos y candelabros cubiertos de telarañas. Obviamente el negro nos ayudará a crear belleza y elegancia siempre y cuando lo utilicemos en los pequeños detalles, como puede ser, sin ir más lejos, en el marco de un sencillo cuadro.

Como conclusión, los colores tienen un grandísimo poder sobre cómo percibimos el mundo que yo, desde luego, desconocía. Aunque luego pensándolo, me dije a mi misma… – ¿Tú te vistes igual un día que te levantas radiante y feliz porque has quedado con tus amigos a disfrutar del sol del sábado a mediodía en una terraza, y un día que has dormido fatal porque ayer discutiste con tu compi, tienes ocho mil cosas que hacer y que encima acabas de descubrir que no hay café hecho? – Em no, desde luego que no. Para la primera opción, seguramente escogería una falda roja con topitos blancos que adoro, con una blusa blanca y unos tacones negros, y en la segunda opción creo que me decantaría por una sudadera azul, vaqueros pitillo oscuros, y mis tennis skechers negras (sus mullidas plantillas siempre me acompañan en mis días más duros).

Así que bueno, si estáis pensando en darle un lavado de cara a vuestra casa o cambiar radicalmente la estética de vuestro negocio, recordar fijar siempre el mensaje que deseáis transmitir para escoger los colores idóneos que consigan ser fieles a las sensaciones a estimular.